Una de las mayores ventajas de la energía nuclear - la cual representa aproximadamente el 10% de la producción mundial de electricidad - es que no libera directamente CO2 (dióxido de carbono) a la atmósfera.

Incluso si se analiza su ciclo de vida, teniendo en ponderación las emisiones vinculadas a la extracción del uranio o al hormigón de las centrales, produce muy pocos gases de efecto invernadero. Mucho menos que el gas, el carbón o incluso, sorprendentemente, menos incluso que  la propia energía solar. La energía nuclear progresa en la mayoría de pronósticos y escenarios expuestos por expertos climáticos de la ONU (IPCC). Y puede limitar el calentamiento del planeta Tierra a 1.5° C, para finales del siglo XIX.

 

Energía nuclear gases medioambiente

foto BBVA

 

Así pues el OIEA (Organismo Internacional de la Energía Atómica) incrementó sus proyecciones por primera vez desde el 2011, donde ocurrió la catástrofe de Fukushima y prevé ahora que la capacidad instalada se duplicará para el año 2050 en el escenario más favorable.

 

La energía nuclear tiene sus opositores

Científicos del IPCC reconocen además, que el futuro despliegue de la energía nuclear puede verse muy limitado por las preferencias de la sociedad actual. En ciertos países, sigue viéndose con mala imagen a causa de los distintos riesgos de catástrofe o el problema de la larga vida radioactiva de los residuos.

En las reuniones de la UE, la división es tanta que intensifica los debates sobre si considerar el sector nuclear como una actividad gratificante para el medio ambiente y el clima.  Alemania tomó la decisión de abandonar progresivamente  esta fuente de energía, sustituyendo sus centrales por renovables variables y gas natural, todo esto debido a la catástrofe que se originó en Fukushima, pero la actual crisis energetica causada por la invasión de Ukrania ha forzado al gobierno alemán a retrasar el cierre de sus dos últimas centrales nucleares: Isar 2 y Neckarwestheim 2.

Tampoco hay unanimidad entre la opinión pública. Naciones de Europa central como República Checa, han tomado la energía nuclear como una fuente de electricidad fiable y relativamente barata, adentrándose en proyectos que dotarán a su país con más centrales nucleares para la generación de electricidad a gran escala.

 

La energía nuclear es la que menos minerales necesita extraer

La energía nuclear es la energía que menos minerales necesita extraer para poder producir una determinada cantidad de electricidad, como explica un reciente informe lanzado por la AIE (Agencia Internacional de la Energía).

Además, según el centro común de investigación (JRC) divulga que “los análisis realizados a esta energía, demuestran que las medidas primordiales para evitar impactos radiológicos debido a la extracción del uranio, la operación de plantas nuclear y los tratamientos de excipientes radioactivos, pueden ejecutarse usando la tecnología existente a costes razonables”.

Además, confirman que “el almacenamiento de dichos excipientes que tengan un alto nivel y larga vida en formaciones geológicas es el medio apropiado y seguro para aislarlos de la biosfera durante escalas de tiempo muy largas”

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Huella de residuos radiactivos y su empobrecida gestión

A pesar de los informes de la AIE y las investigaciones de la JRC sobre las medidas para evitar los impactos radiológicos de los residuos radiactivos, no es mentira que sus costes de almacenamiento y la huella que emite al medio ambiente tampoco pueden ser desdeñados.

La entidad pública española encargada de la gestión, recogida, transporte y almacenamiento de estos residuos peligrosos, Enresa, realizó la memoria anual del 2020. En ella, se expresa que por los residuos de muy baja, baja y media actividad (RBMA), los cuales poseen un periodo de semidesintegración de no más de 30 años, se almacenaron con un volumen total de 2.374,57 m³. De dicha cantidad, 2.277,35 m³ fueron procedentes de centrales nucleares.

Por otra parte, la gestión de los residuos de alta actividad (RAA y RE) - aquellos con un periodo de desintegración muy alto, superando los miles de años - se realiza en España en las piscina propias de las centrales nucleares. Esto hasta que el 7mo Plan General de Residuos Radiactivos (aún en trámite) defina cuáles serán las próximas estrategias. Según el inventario nacional realizado por Enresa, en el 2018, España generó un volumen de 7.500 m³ de residuos RAA y RE.

 

Residuos radiactivos: ¿Una hipoteca para el futuro?

Según la evaluación realizada en el 6to Plan de Gestión de Residuos, y en el informe anual de Enresa de 2020, la conducción de los excipientes producidos por las centrales nucleares supondrá un mega gasto de 15.195 millones de euros desde el 2021 hasta el año 2100, desconociendo el informe que sucederá a partir de dicha fecha. Una parte proviene de la “tasa Enresa”, por la cual los dueños de las centrales pagan por esta gestión. La otra parte de la gestión la pagan todos los consumidores eléctricos a través de sus facturas.

Mediante la ley 54/1997 del Sector Eléctrico, el gobierno español elevó en el año 2019 la tasa en un 19,28%, llegando el pago de la prestación a unos 7,98 euros por cada MWh generado en las plantas nucleares. Cabe destacar que esta tasa no había sido revisada desde el año 2010. La nueva revisión acarreó, unida a otras tasas, que los ingresos netos anuales de Enresa alcanzarán en el 2020 los 468 millones de euros. Todo esto no solo se destina a la gestión de residuos, también al desmantelamiento de instalaciones y asignaciones de presupuestos a los municipios donde se ubican esas centrales.

Adicionalmente, según la memoria de 2020 de Enresa, gran parte de los excipientes fueron exportados a Francia, pagándoles por su acumulación un total de 96 millones de euros pertenecientes a la fianza diaria de 76.618 Euros. Dicho importe alcanzó para el 2021 los 110 millones de euros.

 

Energía nuclear para la transición energética de la UE

Al día de hoy, para el conglomerado de países pertenecientes a la Unión Europea, la energía nuclear provee un 26% de la producción eléctrica. A su vez, se estima que hará falta duplicar la generación de electricidad para los próximos 30 años. Teniendo en cuenta el proceso de transición y la situación actual de los parques centrales nucleares, el comisario europeo del Mercado Interior, Thierry Breton, ha presentado una propuesta.

En ella procura la clasificación del gas natural y la energía nuclear como energías verdes y necesarias para la descarbonización de la economía. Brenton menciona que los expertos pronostican que el peso de la energía nuclear pasaría a menos del 15% para el año 2050.

Sin embargo, debido a la creciente necesidad de electricidad y al exponencial aumento en los años venideros, el comisario insiste en que habrá que incrementar la producción de energía nuclear. Sobre todo, si algunas de las centrales más antiguas van a cerrar en los próximos años.

Por eso, insiste en incluir “la nuclear en la taxonomía para permitir atraer todos los capitales que se necesitará” y prevé una intensa carrera para atraer inversores por parte de las diversas fuentes energéticas. Por último, señala que hacen falta:

  • 65 mil millones de euros anuales para las renovables.
  • 45.000 millones de euros anuales para la infraestructuras de las redes.
  • Una inversión de medio billón de euros en nuevos reactores atómicos de aquí al 2050.

Las desigualdades de criterios entre países, gremios, y organismos sobre la factibilidad económica, social y ambiental que origina la explotación de la energía nuclear para la obtención de electricidad, es indudable son muchos los retos, pricipalmente su seguridad y el tratamiento de sus residuos, pero la actual crisis pone de manifiesto su importancia como paso intermedio para reducir cuanto antes las emisiones de otras fuentes más contaminantes mientras se siguen desarrollando las energias renovables.

 

 

Alejandro Betancourt

Hemos visto cómo en estós últimos años las tarifas de la luz se han disparado incontrolablemente. Y lo peor, es que aunque parece que todos sabemos cuál es el problema, nadie soluciona nuestra dependencia energética.

En la actualidad, España compra el 74% de la energía que consume, quedando sumida en la incertidumbre de un precio fuera de su control, que varía por variables externas como la guerra de Ucrania o las relaciones con paises como Argelia. Y lo peor, es que destinamos nuestros fondos a una energía que proviene de combustibles fósiles.

 

 

Según empresas del sector, la mejor apuesta para reducir nuestra elevada factura de la luz actual es invertir decididamente en la continua expansión de las renovables, así como en la producción para consumo propio e incluso para exportación. Según porfesionales del sector, las renovables serían todo ventajas, ya que:

  • Facilitan la implantación de un plan de energético independiente.
  • Promueven la democratización del acceso a la energía y la optimización de su consumo.
  • Impulsan la creación de puestos de trabajo mediante proyectos de generación de energía, suponiendo además ingresos seguros y continuos para propietarios agrícolas.

 

¿Por qué España tiene actualmente la luz más cara de su historia?

 

 

Precio MW hora en el mercado mayorista español

 

El precio de la luz que compramos depende del precio del gas natural. Y según los datos de MIBGAS, la tarifa del gas también está en niveles nunca antes vistos. En años pasados, ciertas condiciones climáticas como la tormenta filomena o picos de demanda en épocas de calor han hecho que necesitemos más de él para cubrir nuestras necesidades eléctricas.

En dichos días, las alternativas verdes y la nuclear no son suficientes para cubrir el exceso de demanda, por lo que toca recurrir al gas, aunque esté costoso, para abastecer a toda la población. Y su uso además conlleva al pago de un impuesto asociado por las emisiones de CO2 generadas, elevando aún más el precio de la factura de luz.

El factor decisivo que ha terminado de disparar el precio ha sido la falta de suministro de gas en Europa. La invasión de Ukrania ordenada por el presidente Putin a desencadenado en la drástica reducción de las importaciones de gas de Rusía que era su principal proveedor. En España recibimos el gas de Argelia, pero recientes tensiones diplomáticas y la escasez global por la guerra han causado un aumento nunca antes visto de su precio.

 

Resultados de la influencia del precio del gas

Ya en la segunda mitad del año 2021 los precios no paraban de subir. Según la OMIE, solo en julio del 2021 se registraron 11 de los 16 precios más altos desde 1998. Este subidón llevó a tomar medidas gubernamentales drásticas, tales como la suspensión del impuesto del 7% a la generación eléctrica durante tres meses. Esto por supuesto quedó superado con creces en este año, y la nueva medida adoptada por el gobierno de España y Portugal tras negociaciones con la comisión europea ha sido fijar un tope al gas.

Todo esto en un esfuerzo por compensar los altos costos, causados en gran medida por los precios altísimos también registrados en el gas natural y de los derechos de emisión de CO2. Claramente el caso de España no es algo aislado. Todas las naciones europeas se han visto afectadas por estos aumentos. Italia, por ejemplo, en el pasado mes de mayo, según datos de Red Eléctrica de España, tenía unos precios de luz que rondaban los 230 euros/MWh y Francia los 197 euros/MWh.

Ambos por encima de los 187 euros/MWh de España y Portugal. Aún con el tope al gas estamos por encima del resto de grandes paises europeos, como por ejemplo los 177 euros/MWh de Alemania o los 147 euros/MWh del Reino Unido.

 

Las previsiones para el futuro cercano no son optimistas

 

La escalada parece no tener freno y lamentablemente para los bolsillos de los consumidores, estos precios podrían seguir subiendo. 

La guerra no parece que vaya a terminar en el corto plazo y los altos niveles de consumo de gas son estacionales, siendo mayores durante invierno, cuando normalmente hay un alto pico, y otro un poco menor durante el verano. Se anticipa que cada vez recibiremos menos gas ruso y tanto nosotros como Europa dependeremos en gran medida de las condiciones climáticas que enfrentemos, y de contar con energías renovables que contrarresten los consumos de gas. La eólica parece ser un gran apoyo para estos meses.

 

Si el clima acompaña, se podrá generar electricidad a menor costo. De lo contrario, la demanda se dispararía, no teniendo más opción que recurrir al gas, cayendo en los altos costes que esto implica.

 

En 2017 el precio del gas se había mantenido en el rango de los 20 a 30 euros el megavatio hora. Pero esos precios ya son historia , con un precio de MIBGAS fijado para el proximo noviembre de 105 euros/MWh. Expertos del sector no predicen una bajada en el corto plazo.

 

La solución: las renovables

Las fuentes alternativas representan una excelente oportunidad que el país no debe desaprovechar para darle la vuelta a la situación de la electricidad de una vez por todas. No solo hablamos del autoconsumo de viviendas aisladas o comunidades grandes y autónomas. El país cuenta con todo lo necesario para que este camino resulte todo un éxito: tecnología, personal calificado, empresas maravillosas, vastos terrenos, seguridad administrativas, y algo muy importante, la gran cantidad de horas de sol al año.

 

Y lo mejor: las renovables siguen batiendo récords 

Mix de generación de electricidad en España 2021

 

Si bien las renovables han venido creciendo paulatinamente en los últimos años, España puede contar con orgullo que a pesar de todas sus dificultades, que ya en 2021 cerramos como el año de la energía más “verde” gracias al récord en generación eólica y solar fotovoltaica, según informa REE.

De igual forma, reportan que en total, las renovables cubrieron una cuota del 46,6% del total nacional. Se generaron 110.450 GWh a partir de recursos naturales e inagotables como el viento, el sol y el agua, lo que supone un incremento del 9,9% respecto a los datos de 2020. En momentos puntuales las renobables llegaron a cubrir el 100% de la demanda y las renobables ya superan a la energía nuclear y al gas juntos.

El futuro es cada vez más verde, y las energías limpias seguirán ganando terreno. Y solo los países con mejor preparación en este campo podrán aspirar a producir energía para consumo propio e incluso exportación.

Cabe destacar que el país se encuentra muy bien posicionado en cuanto a la capacidad instalada de renovables, cerrando 2021 con 64.182 MW verdes instalados. Esto hace de España el número 8 en el mundo con mayor capacidad renovable.

 

Generacion renovables

 

¿Cómo pasar de la dependencia energética a liderar el mercado renovable?

Para un país que apenas produce un cuarto de la energía que consume, aparentemente hay un muy largo camino hacia la independencia energética. Pero la verdad, si se sopesa el panorama actual, la decisión y el plan de acción parecen bastante claros.

Nos debatimos entre olvidarnos de vivir a merced de situaciones geopolíticas, vaivenes de mercado y precios sin control, para seguir usando una energía basada en combustibles fósiles que siguen dañando el planeta y dificultan los objetivos de descarbonización. Y una apuesta segura en la que todos ganan: autosuficiencia, crecimiento económico y social gracias a la generación de empleos en medios rurales y de ingresos seguros para propietarios agrícolas.

La dependencia energética española podría quedar en el pasado si las renovables ganan terreno en el mix anual. De hecho, incluso tenemos la capacidad de convertirnos en exportadores de energía.

Una reforma integral que acelere la transición a energías renovables, limpias, económicas y autosuficientes se hace necesaria para hacer de esta una posible solución a largo plazo. De igual manera, hace falta aumentar la capacidad instalada, la investigación y desarrollo de sistemas de almacenamiento, favoreciendo energías como el hidrogeno verde para dar grandes soluciones al autoconsumo comunitario y al sector movilidad.

Se trata de ampliar la producción nacional y apostar de verdad por el autoabastecimiento de energías sostenibles, asegurando un suministro que incluso nos abra puertas para la comercialización a nuestros socios comunitarios. 

 

 

Alejandro Betancourt

 

La energía solar térmica, también llamada termosolar o termoeléctrica, aprovecha el calor del sol para poder producir electricidad 100% limpia a gran escala. Es una fuente de energía totalmente sostenible, económica y, lo más importante, ilimitada. Existen distintas formas de absorber, almacenar y disponer esta energía, siendo dos de las más importantes las tecnologías de torre central y cilindros parabólicos.

España es uno de los países europeos no desérticos con mayor cantidad de horas de sol al año (entre 2.500 y 3.000 horas). Meses como junio, julio y agosto los más soleados (unas 15 horas de sol al día). Estas ventajas medioambientales suponen una enorme rentabilidad en cuanto a la inversión de plantas termosolares en el país.  

Además, según el informe del sistema eléctrico de España realizado por la Red Eléctrica de España (REE) durante el 2020 la energía termosolar generó unos 4.538 MW. Esto representó el 85% de la capacidad máxima que se obtuvo en el 2017 con 5.347 GW/h.

Por su parte, en enero de año 2021, se instalaron unas 50 plantas termosolares, produciendo solo entre ellas unos 2.300 MW. Esta capacidad de producción representa un 0,46% del total de la generación eléctrica a nivel nacional.

 

¿Cómo se obtiene la energía termosolar?

 

La energía fotovoltaica también usa la energía del sol y la transforma en electricidad a través de un dispositivo electrónico semiconductor llamado celda fotovoltaica. En cambio, la energía solar térmica se transporta a través de un portador de calor que, en este caso, suele ser un aceite térmico.

La energía termosolar se produce siguiendo este circuito:

  • Primero, las placas de espejo inician el proceso de recolección de la luz solar concentrandola mediante reflexión en un colector.
  • Luego, dichos colectores trasladan todo el calor acumulado a un intercambiador de calor que suele ser una turbina alojada en un sistema de tuberías, bombas o válvulas. El vapor generado tras el enfriamiento de las tuberías al contacto con agua, hace que la turbina se mueva. Estos 2 primeros pasos forman el “circuito primario”.
  • Una vez que la energía ha movido a la turbina, esta se desplaza a un generador auxiliar, que es el que produce la energía eléctrica y que, además, puede estar conectado a un acumulador de dicha energía. Este último paso forma el “circuito secundario”.

Los colectores pueden ser de distintos tipos. Todo dependerá de la temperatura que recolecten o la funcionalidad y/o forma que posean.

Esta forma de generar energía a gran escala es similar al de las centrales térmicas que emplean carbón o las plantas nucleares que utilizan átomos de uranio como fuentes de electricidad, pero, en el caso de la termosolar, esta se obtiene de una forma más eficiente y limpia que las antes nombradas pues ni consumen combustible ni generan ningún tipo de residuos.

 

Beneficios de la tecnología termosolar

 

Las plantas de energía térmica tienen la capacidad de producir electricidad sin emisiones contaminantes, gracias al recurso inagotable de los rayos del sol. Los principales beneficios de este tipo de tecnología frente a las convencionales son:

  1. Al ser el sol la fuente principal de las plantas termosolares, no existe el complejo proceso de extracción de recursos ni transporte de los mismo, realizándose su acondicionamiento en la misma planta. Esto sin duda, genera una elevada reducción económica en los costes de producción.
  2. Generar energía eléctrica a gran escala a través de las plantas termosolares eliminaría la gran dependencia del exterior, reduciendo todas las importaciones de combustibles fósiles de otros países.
  3. Otro aspecto vital a recalcar es que la creación e implantación de esta tecnología, normalmente, se hace en sitios en el que el coste del terreno es muy bajo. Además, tradicionalmente se construyen en zonas de bajos recursos económicos, lo cual favorece la activación económica local y la generación de empleos.
  4. La sociedad percibe lo amigable que son las energías renovables con el medio ambiente, por lo que este tipo de alternativas tienen una elevada aceptación social.
  5. El uso del esquema termosolar permite descentralizar la generación de energía eléctrica, con lo cual se evitarían perdidas en el transporte de energía ya que se podría conseguir aproximar temporal y espacialmente la producción al consumo.
  6. Por último, un esquema totalmente descentralizado de la producción eléctrica impulsaría a que las plantas se acercaran más a los usuarios finales, concientizándolos en la importancia del ahorro energético y evitando así reducir el actual despilfarro de energía.

 

Perspectivas de la energía Termosolar en España

 

Las compañías españolas se encuentran presentes en más de las tres cuartas partes de los proyectos mundiales, con 49 plantas termosolares operativas que generan en total unos 2,3 GW de potencia. España se encuentra como líder mundial en cuanto a capacidades tecnológicas en energía termosolar, transformándose así en un éxito de exportación de tecnología. 

Además, existen posibilidades de ampliar las plantas existentes para distribuir más energía renovable nocturna y así superar el 35% actual de generación de renovable tras la puesta de sol.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) presenta una hoja de ruta para la descarbonización total del país, apoyándose en el despliegue de la eficiencia energética y las energías renovables. Para la termosolar, se contempla añadir unos 5.000 MW hasta 2030, lo que permitiría contar con unos 7.303 MW de esta tecnología al final de los próximos 10 años, el triple de la capacidad actual.

Y a pesar de que hoy en día la potencia instalada se encuentra aún estancada desde el año 2013 y el PNIEC sigue pendiente de aprobación, el panorama es más que favorable para la termosolar, ya que, por ejemplo:

  • Según la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA), los costes de generación han disminuido en un 47% entre 2010 y 2018.
  • El total del impacto ocasionado por la operación de las centrales termosolares entre el 2019 y 2020 ascendió a 1.574 Millones de euros en PIB. Esto sería 288 millones de euros más que los incentivos percibidos.
  • Las plantas termosolares en ese mismo periodo contribuyeron a generar más de seis mil empleos y a recaudar más de 260 millones de euros para los fondos públicos, según menciona Price Waterhouse Cooper en su informe “Industria termosolar como motor económico en España”.

Tomando en cuenta los datos del mencionado informe de PWC, es muy fácil imaginar que agregar 5.000 nuevos megavatios de energía termosolar a lo largo de la presente década, sin duda, multiplicara los beneficios. En concreto, esa nueva potencia impactaría sobre el PIB colocándolo en 45.587 millones de euros y generaría más de 360 mil empleos.

Por otro lado, la construcción y gestión de las nuevas plantas le permitiría a la hacienda pública recaudar entre 2021 y 2030 más de 3.333 millones de euros. Sin duda se trata de una alternativa energética muy favorable.

 

 

Alejandro Betancourt

 

El minado de criptomonedas, esencialmente la industria del bitcoin, consume más energía eléctrica al año que países como Suiza, Argentina o Finlandia. Así lo afirma un reciente análisis elaborado por el Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge (CCAF, por sus siglas en inglés) y difundido por la BBC.

El proceso de minado de criptodivisas consume mucha electricidad. Las máquinas y servidores encargados de minar o extraer los bitcoin se conectan a una gran red de criptomonedas. Su trabajo es verificar cada una de las transacciones hechas por personas que envían o reciben divisas, es un proceso que implica resolver complejos algoritmos y acertijos matemáticos.

A fin de aumentar sus ganancias, los mineros unen cada vez más ordenadores, con el objetivo de aumentar las posibilidad de obtener bitcoins. Y dado que estos equipos trabajan día y noche para completar los rompecabezas, el consumo eléctrico es severamente alto.

Según los investigadores de la universidad, este proceso de minado de bitcoins usa alrededor de 121,36 teravatios/ hora (TWh) de electricidad al año, lo cual origina un récord de consumo que produce un gran impacto en el medioambiente.

 

Contaminación del bitcoin: Huella del carbono vs altos consumos de energía eléctrica.

 

Existe una gran diferencia entre la huella del carbono y los altos consumos de energía, entendiéndose como huella de carbono “la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto”, medida con un indicador bajo este nombre.

Según un informe publicado por el sitio especializado en criptos Digiconomist, la huella de carbono de la minería de bitcoins supera los 17.000 kilotoneladas de CO2 al año. Dicha cifra está literalmente muy por encima del consumo anual de dióxido de carbono en 2015 de países como Lituania o Eslovenia, y superior al consumo de CO2 de regiones y comunidades autónomas españolas de Aragón y País Vasco en el mismo año.

Digiconomist también estima que en la actualidad el gasto eléctrico en el proceso de minado de bitcoin supera a países como Dinamarca, Bielorrusia y Bulgaria, y supone más del 15% de Australia, 10% de Reino Unido y más del 25% de Holanda.

Además, si el volumen de transacciones por segundo asciende a 400, lo que equivaldría a sólo una quinta parte de lo que genera Visa, el proceso de minería gastaría 30.582 megawatts de electricidad por mes. Esta cantidad de consumo de energía eléctrica excede el suministro de electricidad de muchos países europeos.

Algunos expertos advierten la necesidad de evitar que continúe esta tendencia alcista en el consumo eléctrico para obtener la moneda. Y es que aunque el sistema de bitcoin es descentralizado, necesita mejorar su mecanismo de recompensa y procesos de minería orientado a ser energéticamente más eficientes para reducir su huella de carbono global.

 

Minería de bitcoin con energías renovables

 

Nic Carter, fundador de la firma de capital de riesgo especializada en Blockchains Castle, Island Ventures, argumenta que aunque es verdad que la mayor parte de la energía eléctrica que se produce proviene de combustibles fósiles como el carbón, gas o petróleo, también se usan algunas energías renovables (como la eólica, hidroeléctrica o nuclear).

Por ejemplo, en China existen mineros que aprovechan la energía hidroeléctrica excedente en las represas para generar bitcoins. Si no la usaran, esa energía sencillamente se desperdiciaría.

Otro caso proviene de ciertos mineros que capturan el metano quemado o descargado (subproducto generado de la extracción de petróleo) y lo usan para generar la corriente que necesitan sus computadoras.

 

La minería de Bitcoin ya es en parte ecológica

 

Un estudio comparativo lanzado recientemente por la Universidad de Cambridge, muestra una estadística sorprendente, mencionando que al día de hoy, el 76% de los mineros de criptomonedas consumen electricidad a través de fuentes de energías renovables como parte de su combinación energética.

El estudio constató que más del 39% de la energía total consumida por las monedas PoW, incluyendo BTC (Bitcoin), ETH (ETHERUM) y BCH (Bitcoin Cash) proviene de fuentes de energías verdes.

Además, identifican a la energía hidroeléctrica como la fuente más común utilizada por los mineros, llegando a casi un 62%. Las fuentes de gas y carbón ocupan el segundo y tercer puesto con 38% y 36%, respectivamente. Otras energías como la eólica, solar y petrolera también son muy comunes para los mineros de criptos.

Por último, el informe divide el consumo de energía por región, señalando que los mineros de Asia, Europa, América latina y América del norte usan un porcentaje igual de energía hidroeléctrica si se compara con la electricidad proveniente de otras fuentes como gas natural, viento y petróleo.

Otras alternativas y proyectos “verdes”

  1. El profesor en la UOC y experto en informática, Víctor García Font, indica que existen maneras de reducir el alto consumo energético propiciando bases más igualitarias en la producción de las criptos. Esto se podría dar si se pone de ejemplo Ethereum, un criptoactivo que implementa un algoritmo que funciona con una Proof of Shake (Prueba de participación). Es decir, los mineros de esta moneda digital depositan una cantidad monetaria determinada para así poder acceder a la generación del nuevo código encriptado.

Según el profesor, este modelo “no gasta casi energía” porque no incentiva a derrochar un gran volumen energético en su producción, ya que los mineros trabajan en igualdad de condiciones.

  1. Por otro lado, los hermanos Winklevoss, creadores de Gemini (Exchange), en asociación con la organización sin fines de lucro Climate Vault, compraron permisos de casi 350.000 toneladas métricas de carbono para contribuir con la compensación de la huella ambiental de bitcoin. Además, la empresa Greenidge Generation anunció que compensará las emisiones de CO2 de sus 7.000 equipos ASIC para la minería de Bitcoin.
  2. Otro país que está en proceso de cambio energético en el minado de bitcoin es El Salvador, el cual ha creado centros de minería de bitcoins justo al lado de las instalaciones encargadas de obtener energía geotérmica procedente de las actividades volcánicas. Con esto se pretende que las máquinas puedan ser alimentadas con esta energía 100% limpia, renovable y muy barata. Hasta ahora han logrado producir 200 euros en bitcoin.

 

Empresas firman acuerdo para generar criptomonedas 100% renovables

 

RMI, Energy Web y Alliance for Innovative Regulation anunciaron el pasado octubre de 2021 el acuerdo “Crypto Climate Accord”. Un proyecto creado en base al Acuerdo de París y que busca descarbonizar la industria de minería de criptomonedas en un tiempo récord usando energías 100% limpias.

Entre los objetivos del acuerdo se concentra que todas las Blockchains del mundo funcionen en un 100% con energías renovables para el 2025. Además, lograr cero emisiones de contaminantes en la industria de criptomonedas, junto con las operaciones comerciales fuera de las cadenas de bloques para el 2040.

Hasta ahora, más de 20 individuos y empresas de la industria de monedas digitales, tecnología, energía, finanzas y clima han firmado el acuerdo.

Las claves son cambiar los algoritmos para que se consuma mucha menos energía pues el modelo actual no es escalable y tratar que esa energía sea de origen renobable para reducir en la medida de lo posible su gran impacto en nuestro medio ambiente. Si se implementan esta medidas, el mundo de las monedas digitales dañaría menos el planeta pero es un esfuerzo que se debería abordar a nivel global. Sin duda, la misión es complicada, pues todavía existen muchos estados que a pesar de que realizan muchas transacciones con ellas, siguen sin implementar las medidas necesarias. 

 

 

Alejandro Betancourt

Biogas

Cuando se habla de los biocombustibles no debemos de olvidar el biogás. Compuesto principalmente por CH4 (Metano) entre un 50 y 70% y dióxido de carbono (C02) la mayoria del restante 30 a 50%, el biogás es una indiscutible fuente de energía renovable eficiente. Se obtiene de los residuos ganaderos e industriales, de los desechos de las depuradoras de aguas residuales e inclusive, de los residuos sólidos urbanos.

El biogás tiene la capacidad de generar energía térmica y eléctrica verde sin el uso de fósiles. Además, previene la emisión a la atmosfera de los gases de efecto invernadero, como por ejemplo, el metano que es liberado de forma natural mientras ocurre la descomposición de materias orgánicas.

En lugar de ello, la planta de biogás trabaja en acelerar descomposición de esa biomasa y absorbe el CH4 para poder producir energía. Aplicando este proceso, por cada 100 toneladas diarias de residuos, se podrá evitar la emisión de unas 3000 toneladas de metano al ambiente.

 

Beneficios del biogás

  • Impulsa la económica circular, debido a que los residuos que genera cierta actividad producirán la energía para que esta siga operando.
  • Favorece la descarbonización del modelo energético mundial.
  • Contribuye con el autoconsumo energético, dando así un acceso universal a la energía limpia.
  • Mejora la gestión de los residuos urbanos.
  • Incluye a los sectores rurales en los objetivos de la transición energética.
  • Minimiza los impactos medioambientales, reduciendo las emisiones de los gases de efecto invernadero.
  • Al someterse por un proceso de purificación, puede transformarse en un biometano.
  • Reduce la utilización de los combustibles fusibles y a la dependencia energética.
  • No solo se considera una energía limpia, sino que además, limpia su propio entorno.
  • Al ser tan rentable, puede convertirse en una de las fuentes más competitivas.
  • Valoriza y trata los residuos de la industria agroalimentaria de manera sostenible y autónoma.
  • La instalación de una planta de biogás reduce sus costes en la gestión de residuos, aumenta su propia eficiencia energética y optimiza la propagación de carbono.

 

¿Cómo se genera biogás a partir de los residuos orgánicos agroalimentarios?  

 

 

Desglosaremos el proceso de generación de biogás en cuatro pasos:

  1. El proceso inicia por el acondicionamiento y homogeneización de los efluentes orgánicos generados en las industrias agroalimentaria dentro de un tanque conocido como digestor. Además, en función de la morfología y topología de esos residuos, y de las legislaciones vigentes en un país determinado, puede ser preciso un proceso de pasteurización (pretratamiento de residuos).
  2. Continuando en el digestor y bajo unas condiciones de temperaturas adecuadas (aproximadamente 22ºC) y sin presencia de oxígeno, el proceso biológico basado en la descomposición microbiana permitirá generar un biogás, compuesto principalmente por un 60 a un 70% de metano.
  3. El biogás obtenido podrá ser empleado en una gran caldera capaz de generar energía térmica y/o eléctrica verde, satisfaciendo casi en su totalidad con las necesidades energéticas de una instalación agroindustrial.
  4. Además, el subproducto resultante de la digestión de la biomasa, llamado digestato (residuo liquido e higienizado)  puede ser sometido a un trabajo de postratamiento de depuración, gracias a la tecnología de lagunaje. Este digestato puede usarse como fertilizante natural en campos y emplearse en ciertas labores agrícolas.

Además de la industria agraria, industrias ganaderas se pueden autoabastecer y solucionar sus problemas de higiene y malos olores por los excrementos de los animales. Por otro lado, puede reducir los costes de logística y transporte de los residuos urbanos gestionados por el ayuntamiento, obteniendo a su vez luz para centros de salud y la manutención de la calefacción de escuelas.

 

Biometano, producto estrella que subyace de las plantas de biogás

 

 

El biometano es un gas renovable que se obtiene a través del proceso de depuración del biogás. A pesar de tener la misma composición química que el gas natural, la diferencia radica en su origen: uno proviene de los yacimientos de hidrocarburos o del subsuelo, y el otro de un proceso de descomposición natural de los materiales orgánicos.

Cuando el biometano se introduce en los gasoductos locales o se transporta en forma de Gas Natural Comprimido (GNC) habilita la posibilidad de introducirse en los mercados europeos y explotar su rentabilidad.

Según el presidente de la Aebig, el biometano irá obteniendo protagonismo en la sociedad. Las estimaciones en la actualidad, teniendo en consideración los residuos orgánicos urbanos, ganaderos, alimentarios, aguas residuales y agrícolas, podría satisfacer hasta el 65% del consumo doméstico y comercial anual en España. Además, ese potencial iría aumentando a medida que el sector vaya avanzando y transformándose en innovación.

 

¿Por qué hay 18.000 plantas de biogás en Europa y apenas 200 en España?

El biogás es una de las energías renovable más desconocidas en España, donde apenas se contabilizan unas 200 plantas, mientras que en el resto de Europa existen mas de 18.000 instalaciones en total funcionamiento, y más de 10.000 de ellas se encuentran construidas en suelo alemán, uno de los países promotores.

Y a pesar de que las renovables producen cerca del 40% de la electricidad en España, el biogás constituye solo el 0,3% (predomina la energía hidroeléctrica y la eólica), todo esto según el balance eléctrico propuesto por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE). Sin embargo, no existe escases de materia prima, ya que España se encuentra en el segundo lugar del ranking europeo en cuanto a densidad agrícola, con mas de 24 millones de hectáreas de superficie ocupadas. El sector porcino abarca un gran 15% del total de la unión europea.

Estos datos solo afirman que el país malgasta su enorme potencial como productor de este magnífico gas renovable, ya que ocupa una posición privilegiada en el sector agroganadero.

 

Pero, ¿por qué el país se queda atrás?

Según la Asociación Española del Biogás (Aebig), lo único que se necesita para empezar a escalar en el sector de biogás, es que la administración imponga normativas, incentivos y marcos regulatorios. Por supuesto, la falta de ayudas económicas por parte del estado, carentes desde el 2012 también contribuyen a este retraso.

Por otra parte, también se habla de la falta de un certificado de denominación de origen de este biocombustible. “Si España no se encontrara inmersa en la Unión Europea, el biogás sin duda tendría muchos problemas para poder desarrollarse, pero al formar parte del mercado único podemos exportarlo fácilmente a cualquier país europeo.  

Tal vez, esa falta de apoyo institucional comience a cambiar, ya que el Ministerio para la Transición ecológica ha incluido al biogás entre sus marcos estratégicos de energía y clima, dando forma a la denominada “Hoja de Ruta del Biogás”, que pretende fomentar un despliegue máximo en los próximos años.

Finalmente la enorme barrera a la que se enfrentan estos parques europeos de biogás y biometano es el precio. Según el informe de Flotats, Álvaro Feliu y la Fundación Naturgy, denominada “Los gases renovables. Un vector energético Emergente”, el gas natural procede con un precio en el mercado iberoamericano en torno a los 20 EUR/MWhPCS, mientras que el costo promedio de producción del biometano es de 70-80 EUR/MWhPCI

En todo caso, el horizonte es muy claro. Si el objetivo es la descarbonización y la independencia energética del continente, Si se quiere contar con esta fuente de energía limpia, se tendrá que hacer con el biogás lo que Europa hizo con la energía fotovoltaica o la eólica: prestar apoyo económico y legislativo para impulsar su desarrollo hasta que alcance la autosustenibilidad.

 

 

Alejandro Betancourt