Puede que a medida que tu startup crezca tengas necesidad de liquidez para lanzar nuevos productos y servicios o entrar en nuevos mercados internacionales. La ampliación de capital puede ser la solución a los nuevos retos. Te contamos en qué consiste, qué tipos hay y qué pasos dar para hacerla correctamente.
Una ampliación de capital supone el aumento del capital de una sociedad mercantil. La ampliación de capital se puede hacer de varias formas: emitiendo nuevas acciones, aumentando el valor de las acciones que ya existen o ampliando el capital con cargo a las reservas de la empresa.
Existen diversos tipos de ampliación de capital que se pueden clasificar en función de diversos criterios. Podemos distinguir los siguientes tipos:
Además de lo anterior, en función del valor que se le dé a las nuevas acciones, se puede hablar de:
En ocasiones creamos negocios con amigos, familiares y conocidos y no tomamos precauciones de cara al futuro. Esto supone que pueden suceder cosas como:
La casuística es enorme, por eso, es necesario pensar en todo lo que pueda pasar y tomar medidas. Una de las medidas más eficaces es el pacto de socios. Un pacto de socios es un documento que se firma por los socios de una empresa para establecer una serie de normas internas y facilitar la resolución de conflictos.
En el caso de la ampliación de capital para hacer entrar a nuevos inversores en la sociedad, puede darse el riesgo de que la participación de los socios fundadores quede diluida y los socios pierdan peso en los procesos de toma de decisión.
Con el pacto de socios, los socios fundadores se podrán proteger en casos de ampliaciones de capital y establecer las condiciones en las que podrán entrar nuevos inversores, de manera que sigan manteniendo el control de la empresa.
Además de lo anterior, otra forma de proteger a los socios fundadores es mediante el derecho de suscripción preferente que supone la posibilidad de que los socios iniciales de la sociedad adquieran con preferencia las nuevas acciones que se emitan, en proporción al valor nominal de las acciones que ya posean.
Una ampliación de capital supone una modificación de los estatutos de la sociedad, por lo que es necesaria la aprobación de la Junta General, pero, en algunos casos, es posible delegar la aprobación en el consejo de administración.
Los pasos a seguir para una ampliación de capital son los siguientes:
Tal y cómo has visto son pasos sencillos que pueden dar la oportunidad a la sociedad de crecer, desarrollarse, lanzar al mercado nuevos productos y servicios, entrar en nuevos merados internacionales y, en definitiva, crecer y evolucionar.
Cualquier persona que haya puesto en marcha un negocio alguna vez sabe lo complicado que es y los obstáculos que surgen cada día. Uno de los principales es la financiación, por eso, en este post, he querido centrarme en este problema y en las maneras de obtener dinero para una e-commerce.
Algunos de los motivos más importantes por los que puede fracasar un negocio de e-commerce son los siguientes:
Una e-commerce, como cualquier otro negocio, atraviesa distintas fases, desde la fase semilla a la de expansión, y en cada una de ellas pueden existir necesidades de financiación.
Cuando un negocio comienza la financiación puede derivar de varias fuentes que pueden ser las siguientes:
Una vez que la e-commerce comienza a crecer, se pueden buscar otras fuentes de financiación como:
Es posible que hayas visto en la empresa que una o varias startups han logrado obtener una cantidad importante en una ronda de financiación. Sin embargo, no podemos olvidar que conseguir que alguien crea en un proyecto de una e-commerce e invierta en él es bastante complicado debido a la gran competencia que existe, por ese motivo, es esencial preparar la ronda de financiación con tiempo. Se pueden seguir los siguientes pasos:
Seguir todos los pasos no garantiza que se obtenga financiación, pero siempre tendremos la posibilidad de estudiar otras vías para obtener dinero para desarrollar nuestra e-commerce.
Los microcréditos son una herramienta financiera que permite que la población con menos recursos pueda acceder a pequeños préstamos.
Este sistema ha permitido que en los últimos años muchas personas, sobre todo, las que viven en lugares en vías de desarrollo o que han querido emprender y no tenían acceso a créditos tradicionales de las entidades bancarias, hayan hecho uso de los microcréditos.
Gracias a los microcréditos, los sectores más desfavorecidos como las mujeres senegalesas, colectivo en el que nos centraremos en esta entrada de blog, tienen una oportunidad de mejorar su vida a nivel laboral y personal. Muchas de ellas, ya lo han comprobado en primera persona, como veremos a continuación.
Si echamos la vista un poco atrás, hasta los años setenta, podemos descubrir el verdadero origen de esta forma de crédito.
Concretamente, fue en el año 1976 cuando Muhammad Yunus, profesor de economía en Bangladesh, dio forma a los microcréditos (ideados por el activista Akhtar Hameed Khan), una forma de permitir a la población rural más pobre acceder a vías de financiación alejadas de los métodos tradicionales.
Su concepto difería de los créditos tradicionales en dos aspectos principalmente:
Yunus llevaría a cabo estas ideas a través del Banco Grameen, con el cual consiguió financiar a multitud de pequeños emprendedores que, en realidad, eran demasiado pobres como para acceder a un banco tradicional.
El éxito de sus iniciativas le llevó a ser reconocido internacionalmente, y a su modelo a ser fuente de inspiración para muchos otros hasta los tiempos actuales.
Muhammed Yunus. Foto: World Economic Forum
Aunque la palabra microcrédito sea muy habitual en anuncios de televisión o en páginas de internet, hay que reconocer que no siempre son iguales que lo que eran en su origen.
Cuando hoy en día vemos que se anuncian microcréditos, podemos estar hablando de cantidades mucho más altas de lo que suponía su idea original y, además, de plazos de devolución mucho más prolongados.
Pero, claro, el hecho de que los microcréditos se hayan exportado a países desarrollados no quiere decir que ya no sean útiles en países en vías de desarrollo. Todo lo contrario.
Las economías de estos países dependen en gran parte del emprendimiento y, para ello, hay determinados sectores de la población que necesitan de estas herramientas financieras para poder crecer y prosperar.
África es un continente muy propicio para este modelo crediticio, ya que muchos de sus estados aún cuentan con una economía muy por debajo de los estándares que tenemos en Europa o América. Por este motivo, uno de los puntos en los que hay que incidir es en la oferta de productos de financiación y crédito que se adapten a las condiciones allí imperantes.
Países como Senegal, Costa de Marfil, Guinea-Conakry o Mali son un ejemplo de economías en las que los microcréditos están implantándose con éxito, gracias a iniciativas como las del BDK (Banque de Dakar), grupo financiero que, entre otros, ofrece este tipo de productos a la población con menos recursos. La acogida en estas regiones está siendo positiva, por lo que las intenciones para el futuro pasan por expandirse a otras naciones como Togo o Benín.
El estudio “Análisis de los factores condicionantes del impacto de los microcréditos en el empoderamiento de la mujer senegalesa” realizado por Soledad Gutiérrez Pastor, permite demostrar cómo el sistema de microcréditos contribuye a una mayor independencia de las mujeres senegalesas, lo que les permite tener mayor autonomía y mejorar sus condiciones de vida.
Este estudio recoge el testimonio de algunas mujeres senegalesas que han solicitado un microcrédito, donde explican cómo este les ayudó en su empoderamiento. Veamos algunos ejemplos:
“Mi vida ha cambiado mucho, porque con mi trabajo mantengo a mi familia. Hay muchos gastos aquí en la casa y soy yo la que lo arreglo, participo en la educación de mis hijos y cuando uno está enfermo también con los medicamentos, participo yo, así que puedo decir que los créditos han cambiado mucho mi vida”.
“Pedí el crédito para trabajar. A veces sale del mar una gran cantidad de pescado y si las vendedoras o las personas que transforman el pescado no tienen dinero para comprarlo sería imposible. Con el crédito podemos comprar una gran cantidad de pescado, transformarlo o venderlo”.
Son muchos los beneficios que han ofrecido los microcréditos a las mujeres senegalesas, pero sin duda, donde mayor impacto han tenido es en los siguientes ámbitos:
En Senegal, la cultura del microcrédito está muy extendida entre las mujeres. No es algo que les suene extraño o desconocido.
Sin embargo, y a diferencia de otros países más desarrollados donde también se utiliza este ventajoso instrumento financiero, cuando las mujeres senegalesas acuden a solicitar un microcrédito no lo hacen solas, es decir, de forma individual, sino que van acompañadas por un grupo de mujeres, normalmente, miembros de una misma asociación.
El perfil del cliente de microcrédito en España responde a las siguientes características:
Según el estudio “Créditos al consumo en España” realizado por Fintonic, uno de cada 100 jóvenes que se encuentra en este grupo de edad disponen de un microcrédito.
Un dato importante, en 2017, el importe medio de un microcrédito en nuestro país fue de 236 euros.
Veamos ahora algunas de las particularidades de los microcréditos que solicitan las mujeres senegalesas, entre ellas a cuánto asciende el monto del préstamo.
En España, como acabamos de ver, la media de los microcréditos se sitúa en torno a los 236 euros. En cambio, en Senegal, existen algunas diferencias:
En los países desarrollados los microcréditos cumplen una indudable función, pero en la mayoría de los casos su impacto no suele ser diferencial diferencial. En el caso de países en desarrollo como Senegal, sin, la posibilidad de tener acceso a ellos es clave para que muchas mujeres senegalesas puedan tener un futuro digno. Gracias a ellos podrán emprender una vida con mayor perspectiva, calidad e independencia. El Banco de Dakar BDK implanto con éxito su servicio de microcréditos Kredit-Cash en Senegal y Guinea-Conakry. Costa de Marfil, Mali y República de Togo son los próximos objetivos. El desarrollo financiero es clave para el progreso de África y para el despertar de sus mujeres.
En África hay aún mucho por hacer, es un continente que posee una gran riqueza. Es una tierra de grandes oportunidades que comienza a despertar. Según el Banco Mundial el crecimiento económico del continente africano sigue su recuperación. Tanto es así, que según las estimaciones, la previsión es que llegue al 3,1% en 2018 y ronde el 3,6% entre 2019 y 2020. Un dato sin duda, esperanzador.
Precisamente, esta riqueza y las oportunidades de crecimiento del continente, son las claves para paliar el problema humanitario que azota África, especialmente el relacionado con el tráfico humano.
Una posible solución a la emigración masiva pasa por fomentar el desarrollo y generar oportunidades a la población que eviten esa necesidad de salir de sus países en condiciones infrahumanas y poder contribuir al crecimiento de sus propias economías.
Para conseguirlo es necesario fomentar un tejido empresarial y bancario sólido que permita a los africanos pasar de cubrir sus necesidades básicas a generar bienestar y desarrollar sus economías.
A lo largo de este artículo trataremos de explicar las claves para poner fin a este problema tan acuciante y serio que cada día mata a cientos de persona en aguas del Mediterráneo.
El fenómeno migratorio que azota Europa no tiene una solución sencilla, ni inmediata.
Sin embargo, implantar la bancarización, favorecer el desarrollo local y establecer un tejido empresarial, no solo permitirá dinamizar las economías de las empresas inversoras, importadoras o exportadoras, sino que también contribuirá a frenar al gravísimo problema humanitario que lleva años castigando a África.
A día de hoy, el motor de desarrollo del área subsahariana procede de la emigración. Concretamente, del dinero que envían los emigrantes a sus casas en África, según revela el estudio África en movimiento: Dinámica y motores de la migración al sur del Sáhara, publicado por la agencia de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO) y el Centro de Investigación Agrícola para el Desarrollo (Cirad).
Según se desprende de este estudio, solo África subsahariana recibió unos 32.000 millones de dólares aproximadamente de los 580.000 millones que se enviaron por todo el mundo el año pasado.Sin embargo, esta cifra podría ser incluso mayor, ya que muchos envíos se hacen de manera informal o en especies, por lo que no figuran en las estadísticas.
El quiz de la cuestión es…¿Por qué se van? ¿Por qué muchos africanos deciden dejar sus países y emprender un viaje a cuyo destino no saben si llegarán con vida?
En la mayor parte de los casos, la emigración se produce por falta de recursos , trabajo y oportunidades. Es decir, se marchan en busca de un mundo y una vida mejor, para ellos y sus familias.
Esta fuente de ingresos está sirviendo de efecto llamada, porque muchas de las familias que están subsistiendo en África, lo están haciendo gracias a que allegados suyos, arriesgan la vida para cruzar a Europa en busca de trabajo.
Echar el freno a esto es fundamental y para hacerlo es importante ofrecer fuentes de ingresos alternativas. En este sentido, es imprescindible que los países africanos dispongan de un sistema bancario eficaz, es decir, que haya crédito, y que se fomente el emprendimiento. Solo así, las propias economías locales generarán riquezas y nuestros vecinos africanos no tendrían necesidad de arriesgar su vida para mejorar sus condiciones de vida y alcanzar el bienestar.
Si hablamos de crecimiento económico, es importante hablar de la banca y su papel. Los bancos son imprescindibles para la economía de cualquier país por tres razones fundamentales:
En los países en desarrollo y en gran parte de África queda mucho por hacer en este terreno.
Gracias a los bancos, que actúan como intermediarios financieros y económicos, se estimula el ahorro y se fomenta la seguridad en los medios de pago lo que se traduce en una activación de la economía del país.
Entidades bancarias como el BDK (Banco de Dakar) ayudan a las empresas a crecer en varios países del continente africano.
Abrir en África entidades bancarias es uno de los mayores retos, ya que existen grandes dificultades. Sin embargo, los esfuerzos del BDK ya están dando sus frutos y gracias a una serie de acuerdos hemos conseguido establecernos en países como Senegal, Costa de Marfil, Guinea Conakry y Mali. A través de nuestras oficinas, empresas y particulares pueden optar por soluciones de pago y productos financieros de ahorro, inversión o financiación como los microcréditos.
El objetivo final es favorecer el acercamiento de la población a los productos bancarios permitiéndoles hacer negocios, emprender y, por lo tanto, dinamizando el desarrollo empresarial que tan necesario es en el continente vecino.
La importancia de los bancos para la economía de un país –y, por supuesto, la economía global de libre mercado– es algo aceptado y asumido desde hace tiempo. Pero, aunque en los países del primer mundo ya sea un sector más que consolidado, y su papel no sea motivo de debate, no sucede lo mismo en los países en vías de desarrollo o países del tercer mundo.
Las funciones de los bancos, en términos generales y básicos, incluyen proporcionar una seguridad en los sistemas de pago, actuar de intermediarios financieros entre ofertantes y demandantes, estimular y recibir el ahorro, y, por último, distribuirlo entre los agentes económicos que deseen llevar a cabo actividades de consumo e inversión.
En nuestras sociedades actuales esto es algo común, y lo vemos como natural. Pero, además, los avances tecnológicos influyen enormemente en la evolución y en la penetración de los servicios bancarios, al igual que lo hacen las demandas de los clientes. El ejemplo claro de la evolución en el sector bancario lo vemos a la hora de realizar operaciones y contrataciones, para lo cual ya no hace falta acudir a las oficinas, sino que se puede hacer desde casa o, incluso, desde un teléfono móvil.
En los países con economías en vías de desarrollo no solo es que haya una falta de fondos y de capacidad de financiación, sino que, en muchos casos, también se da un déficit enorme de acceso a la banca en términos más físicos.
Aunque las posibilidades de crecimiento de estos países son enormes, en muchas ocasiones no es fácil establecerse y prosperar, ya que sus condiciones no son similares a las de los estados europeos, americanos o asiáticos.
De todos modos, una de las características principales de los usuarios particulares de banca en los países en vías de desarrollo es la gran penetración que tienen los dispositivos móviles entre ellos. Esto les permite acceder a sus bancos a través de sus teléfonos, y las inversiones en desarrollo que hacen las entidades bancarias van encaminadas a esto.
El problema de la falta oficinas bancarias viene más encaminado a solucionar las necesidades de los pequeños comercios, los cuales sí que carecen de los medios tecnológicos para aceptar pagos electrónicos.
Las alternativas pasan por buscar soluciones que se adapten a las condiciones y regulaciones locales en cada uno de los países subdesarrollados. Un buen ejemplo son los acuerdos a los que BDK ha llegado en países del África francófona, como Senegal, Costa de Marfil y Mali, para que sus sucursales bancarias puedan establecerse en las oficinas postales de estos países. En total, son más de un centenar de localizaciones físicas –que se verán ampliadas con las de otros países–, a través de las cuales podrán llegar a la mayor parte de la población posible y ofrecer algunos de los productos financieros de la entidad, como los microcréditos.
Esto, sin duda, es un gran avance, que permitirá no solo un mayor acercamiento de la población a los productos bancarios, y viceversa, sino que también fomentará el emprendimiento y el crecimiento de la economía para los sectores menos favorecidos de estos países.
Page 2 of 2