Se le llama eólica marina a la energía producida por la fuerza del viento que mueve las aspas de unos aerogeneradores instalados en mar abierto; estos activan un sistema mecánico que hace girar el rotor de un generador, produciendo en consecuencia, energía eléctrica.

La también conocida como “energía azul”, cuenta con innumerables ventajas y será uno de los elementos principales junto a otras tecnologías de generación renovable que faciliten la transformacion hacia el crecimiento sostenible a nivel mundial. Es del tipo de fuentes limpias e inagotables que se necesitan para alcanzar los objetivos de descarbonización a futuro cercano.

 

Eólica marina 2020

 

Los aerogeneradores marinos, bien sean con cimentación fija o sobre plataformas flotantes, aprovechan al máximo el viento marino, que es más fuerte y regular que el de tierra firme. Además de trabajar más horas al año, sus aspas de mayor diámetro permiten producir potencias superiores a su homologo terrestre.

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Gobierno de España, expone en su web las siguientes proyecciones para esta tecnología de generación eléctrica:

Su elevado potencial y valor añadido estratégico socioeconómico y medioambiental le sitúa como una las fuentes renovables llamada a jugar un papel crucial para permitir alcanzar una economía europea climáticamente neutra en 2050.

En 2030 la capacidad de instalación anual de eólica marina podría superar a la eólica en tierra, y se estima que suministrará el 14% de la demanda de electricidad en EU.

 

 

 

Tres grandes proyectos anunciados este año

En aras de alcanzar los objetivos propuestos, los planes de inversión en este tipo de energía están a la orden del día. Según informaciones recientes del portal de actualidad y noticias de la Agencia Europa Press, estos son tres de los proyectos más destacados en eólica off-shore para este año:

 

Iberdrola estudia ampliar su capacidad eólica marina en Polonia con hasta 3,3 GW

Iberdrola tiene una cartera de proyectos bastante amplia para el período 2020-2022, apostando en instalaciones off-shore tanto en Europa (en el mar del Norte y el mar Báltico) como en Estados Unidos.

Este líder europeo del sector maneja un presupuesto de inversiones a nivel global para dicha temporada de 34 billones de euros, y desea destinar un 39% del mismo a las energías renovables.

Actualmente estudia asociarse con el gigante Enea, con quien se plantean desarrollar diversos proyectos para instalar hasta 3.300 megavatios usando esta tecnología en el mar Báltico de Polonia. Cumplir con un plan de tal envergadura supone una inversión conjunta de hasta 5.000 millones de euros.

En esas aguas polacas el nombre de Ibredrola ya ha dejado una importante huella con el complejo eólico marino más grande allí situado. El mismo cuenta con 836 MW de capacidad instalada.

Este proyecto encaja a la perfección con los planes de Polonia que busca impulsar las energías verdes en el futuro próximo, estimando contar para 2022 con capacidad instalada de eólica marina de hasta 4,6 GW y agregar unos 5,5 GW más entre 2023 y 2028.

 

 EE.UU. finalmente desbloquea el 'megaproyecto' eólico marino de Iberdrola

Como mencionamos anteriormente, Iberdrola también incluía a la nación americana entre sus territorios estratégicos. Vineyard Wind es un proyecto que estaba en fases iniciales en 2018, estimando estar operativo para 2022 con una potencia instalada de 800 MW en las costas de Massachusetts, para lo cual se requeriría una inversión de 2.500 millones de euros.

Sin embargo, en verano de 2019, entes gubernamentales estadounidenses decidieron estudiar el impacto ambiental adicional que podría suponer su ejecución. Este obstáculo administrativo ha ocasionado un importante retraso en el proyecto que apenas ahora comienza a ver la luz a final del túnel.

Y es que La Oficina de Administración de Energía Oceánica (BOEM) prevé tener lista su declaración sobre el estudio antes de culminar el año, permitiendo que finalmente se pueda avanzar en la creación del que será el primer gran parque eólico marino en Estados Unidos, aunque no se pueda cumplir con la fecha estimada de operación.

 

Greenalia impulsa su primer parque eólico marino en Gran Canaria

La productora de energías renovables, Greenalia, ha comenzado trámites para llevar a cabo lo que será su primer parque eólico marino en Gran Canaria. El mismo llevará por nombre Gofio y contará con cuatro aerogeneradores flotantes de igual potencia, sumando 50 MW de capacidad instalada al sureste de la Isla.

Este proyecto cuenta con excelente ubicación le permite además conectarse a la red de distribución mediante cables submarinos.

Esto es una excelente noticia para las Canarias y para el país, ya que será fuente de empleo y sustento económico local, a la vez que supone un avance sin retorno en la implementación de la eólica off-shore en España. Su capacidad permitirá surtir a unos 70.000 hogares y evitará la emisión de unas 140.000 toneladas de dióxido de carbono al ambiente.

 

La energía eólica marina en España

Parece extraño que España, a pesar de ser un país con tanta experiencia en tecnología eólica y en diseño naval, se encuentre en una de las últimas posiciones en cuanto a generación eólicamarina. Está muy por detrás de naciones como Reino Unido (8.185 MW) o Alemania (6.400 MW), contando con apenas 10 MW de potencia instalada gracias a dos aerogeneradores.

 

Eólica marina España

 

Las causas de tan bajo desarrollo recaen en dos factores muy importantes. El primero de ellos, las particularidades de la geografía española. Sus costas alcanzan grandes profundidades a distancias muy cercanas a la Tierra. Por ello, su instalación debe hacerse mediante estructuras flotantes que permitan que los aerogeneradores se mantengan estables y anclados al mar.

Estas condiciones limitan las áreas en las que se puede instalar esta tecnología de generación, dejando margen de aplicación únicamente en las aguas de Galicia, Asturias, el estrecho de Gibraltar, la desembocadura del Ebro, Castellón y Canarias.

Y es precisamente esto lo que nos lleva al segundo factor: los costes. La instalación flotante requiere una inversión dos veces mayor que la fija. Sin embargo, sigue siendo una apuesta interesante ya que la eólica offshore tiene más viento para aprovechar, es más estable y funciona durante más horas al año que su versión terrestre.

 

Rumbo a la primera plataforma eólica flotante

La empresa pública BIMEP (Biscay Marine Energy Platform) y por ende el (IDAE), desarrollarán DemoSATH, el primer prototipo a escala real de una infraestructura eólica marina flotante conectada a la red de España.

Constará de un aerogenerador de 2 MW localizado a 2 millas de la costa vasca, frente al puerto de Armintza. El proyecto arrancará con un periodo de diseño y construcción de 18 meses, y los siguientes dos años dedicados a la recopilación de datos de operación y mantenimiento.

Estas son excelentes noticias para España que comienza a dar sus primeros pasos en este campo dentro de sus posibilidades. La mejor parte es que este prototipo también resultará útil a una pequeña porción de la población, suministrando a unos 2.000 hogares por medio de la red eléctrica, gracias a la labor conjunta con la empresa de ingeniería Saitec Offshore Technologies.

 

Eólica marina futuro

 

¿Hay futuro en la energía eólica marina?

En base una larga lista de ventajas, la respuesta parece ser que sí.

Si bien los avances de la energía del viento terrestre y la solar fotovoltaica han sido significativos a nivel global, puede que la eólica marina tenga mucho más que ofrecer.  En comparación con las alternativas anteriores, se obtienen las siguientes ventajas de esta tecnología de generación:

  • Los parques eólicos terrestres pueden contaminar visualmente el entorno. En cambio, al situar las grandes aspas mar adentro, se goza de una producción mayor sin perjudicar el paisaje.
  • La cantidad de viento aprovechable en las instalaciones terrestres puede verse afectada si se levantan edificaciones a su alrededor. Las instalaciones marinas no tienen que preocuparse por los bloqueos físicos futuros que se pueden presentar en la tierra.
  • La cantidad de viento mar adentro es mucho mayor. Esto implica que los aerogeneradores pueden funcionar hasta unas 5.000 horas al año cuando subversión en tierra alcanza un máximo de 3.500 horas anuales.
  • Otra gran ventaja es que las torres de los aerogeneradores son de una altura menor y se pueden producir de manera masiva, aminorando los costes. Esto se debe a que, a diferencia de las torres eólicas terrestres, estas no necesitan adaptarse al terreno sobre el cual se erigen.

 

La eólica marina, junto con la terrestre y la solar son los pilares del despegue de las energías renovables. Los esfuerzos realizados por desarrollar mas parques de este tipo marcan el camino a seguir para garantizar esa generación de electricidad limpia y verde que venimos persiguiendo y que ya está a nuestro alcance.

 

 

 

Alejandro Betancourt