En un post anterior hablé de las claves del futuro de la energía solar, y quiero ampliar el tema en este artículo hablando de la situación y las ventajas de las energías renovables en España y en el resto del mundo.

Uno de los problemas más importantes de la energía que se utiliza actualmente en la mayor parte de los países, es que es energía contaminante y que contribuye a aumentar el efecto invernadero. Sin embargo, las energías renovables o limpias no han parado de crecer y representaban la segunda fuente global de electricidad después del carbón.

 

 Energía eólica 

 

Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), la demanda mundial de electricidad aumentará un 70% en el año 2040, gracias a países y regiones como China, Oriente Medio y sureste asiático.

Según el Informe del estado global de las renovables de 2018, las energías renovables ganan cada día más terreno a nivel mundial, pero el desarrollo es diferente según los sectores y regiones. En los países en desarrollo, por ejemplo, sobre todo en el África subsahariana, las tasas de acceso a la energía son bajas. En el año 2016 aproximadamente 1,06 billones de personas vivían sin electricidad. Los combustibles fósiles como el petróleo o el carbón, siguen siendo los más consumidos.

En cuanto a la situación en España, en base al Avance del Informe del sistema eléctrico español 2018 cabe destacar varios datos significativos:

  • La producción de energía hidráulica crece un 85% respecto a 2017.
  • La energía eólica se consolida como segunda fuente de generación de electricidad.
  • La generación de energía renovable alcanza el 40,1%. De ese porcentaje el 49% corresponde a la energía eólica, el 34% a la hidráulica, el 11% a la solar y el 5% a otros.

Como se puede observar en España la importancia de las energías renovables para la producción de electricidad está creciendo.

La evolución de las energías renovables es fundamental para frenar el cambio climático y sus efectos sobre la vida.

¿Qué son las energías renovables y no renovables?

Se pueden definir las energías renovables como aquellas que son virtualmente inagotables como la energía solar, o que pueden regenerarse por medios naturales como el biocombustibles.

Además, son energías limpias, es decir, que ni el modo en el que se obtienen, ni su uso, ni los residuos que generan, contaminan el medioambiente.

Como consecuencia de todo lo anterior podemos hablar de dos tipos de energías y diferenciar sus características:

  • Energías no renovables (petróleo, carbón, gas natural y energía nuclear). Se caracterizan por:
    • Tener reservas limitadas, por lo tanto, se reducen a medida que se consumen.
    • La extracción resulta más difícil y tiene un coste mayor cuando se reducen.
    • Ser contaminantes y aumentar los gases de efecto invernadero.
  • Energías renovables (solar, eólica etc.). Se caracterizan por:
    • Ser energías limpias que no contaminan el medioambiente.
    • Ser autóctonas por lo que reducen la dependencia de un país respecto a otros países suministradores.
    • Favorecer el desarrollo de la tecnología y la creación de puestos de trabajo.

¿Cuáles son los tipos de energías renovables?

Entre las energías renovables destacan los siguientes tipos:

  • Solar. La radiación solar se utiliza para producir electricidad y calor. Se habla de energía solar fotovoltaica cuando la radiación del sol incide en módulos que generan energía eléctrica. Por otro lado, se habla de energía térmica cuando la radiación solar se concentra para el calentamiento de un fluido. Según el informe Tendencias globales en la inversión en energías renovables 2018, la energía solar se convirtió en el sector donde más aumentó la capacidad de producir electricidad.
  • Eólica. Es la que aprovecha la energía del viento mediante aerogeneradores (molinos).
  • Biomasa y biocarburantes. Algunos tipos de biomasa que se utilizan como carburante son, por ejemplo, los residuos forestales, agrícolas, de industrias, etc. Por su parte, los biocarburantes, pueden ser de dos tipos: bioetanoles (se obtienen mediante la fermentación de productos que contienen azúcares o hidratos de carbono como los cereales o la caña de azúcar), y los biodieseles, que se obtienen a partir de aceites vegetales.  
  • Geotérmica. Deriva del calor del interior de la tierra que se utiliza para calentar agua o para la industria, por ejemplo.
  • Hidráulica. Tiene su origen en la energía solar, ya que el sol mediante la evaporación transporta el agua a zonas elevadas y la energía hidráulica aprovecha la energía de las corrientes de agua que fluyen por la superficie terrestre.  Existen dos tipos de centrales hidroeléctricas:
    • Centrales de agua fluyente. Aprovechan el agua de un río para que pase a una central y posteriormente llevarla al río de nuevo.
    • Centrales a pie de presa. Son las situadas aguas debajo de los embalses destinados al abastecimiento de agua.
  • Maremotriz. Energía de las olas, de las mareas, de las corrientes marinas. Es una de las energías que se consideran más interesantes para países que tienen mar.  

¿Qué ventajas aportan las energías renovables a empresas y particulares?

A lo largo del texto he citado algunas de las ventajas de las energías renovables y las detallo a continuación:

  • Ayudan en la lucha contra el cambio climático, porque no emiten gases que afectan al efecto invernadero y, por lo tanto, cuidan el medioambiente.
  • Son cada vez más competitivas porque se reducen, gracias a la innovación, los costes de producción. Actualmente las energías renovables son más sostenibles tanto desde el punto de vista ambiental como económico.
  • Reducen o eliminan la dependencia energética. Por un lado son energías locales por lo que no se depende de suministros externos y, por otro lado, favorecen el autoconsumo, es decir, la posibilidad de generar la energía que se consume.

En relación al autoconsumo privado es importante destacar que el Gobierno derogó a finales del año pasado el denominado “impuesto del sol”. La normativa impedía el autoconsumo compartido, es decir, que varios vecinos compartieran la instalación (paneles solares).

Por lo tanto, actualmente es posible el autoconsumo tanto individual como colectivo.

La instalación fotovoltaica para el autoconsumo consiste en la colocación de placas solares en el tejado u en otra superficie disponible (terrazas, solares), que se conecta a un inversor fotovoltaico que convierte la corriente continua en alterna que es la que suelen utilizar los aparatos eléctricos habituales en una vivienda. Además de lo anterior, las instalaciones suelen tener baterías de acumulación que se utilizan para almacenar la energía en casos en que no se produzca el consumo durante las horas de sol.

Otra novedad que ha traído la nueva normativa, es la posibilidad, en las pequeñas instalaciones, de restar de la factura de la luz el importe (a precio de mercado) de la energía que sobre sin que se considere actividad económica.

 

 

Alejandro Betancourt