Tener una startup no tiene por qué ser sinónimo de necesitar siempre financiación. Lo cierto es que cada día las startups se crean con menos inversión, utilizan modelos de negocio más innovadores y tienen necesidades de financiación diferentes según la fase en la que se encuentren.

 

 rondas de financiación 

 

La financiación en startups crece y así lo demuestran los datos del informe Visión 2018 del ecosistema inversor en España de Startup Explore:

 

  • El volumen de inversión en startups creció un 44% en 2018 respecto a 2017.
  • Las ciudades donde más se ha invertido son Barcelona, Madrid y Valencia.
  • Tres startups han acaparado el 55% de las inversiones (Letgo, Cabify y Glovo).

 

Sin embargo, las necesidades de dinero de una startup cuando comienza su andadura y cuando ya lleva cierto tiempo en el mercado, no son las mismas. Lo vemos a continuación.

 

Las necesidades de financiación de las startups según su fase

Las startups atraviesan diversas fases en su evolución y sus necesidades de financiación van cambiando. Veamos en detalle esas necesidades en cada fase:

 

  • Semilla. En esta fase existe una idea de negocio y el emprendedor suele utilizar sus propios ahorros y los de amigos, familiares y conocidos para comenzar a poner en marcha la empresa. Además de las 3 F (family, friends and fools), en este momento entran en juego aceleradoras e incubadoras que pueden aportar financiación e impulsar el negocio hacia la siguiente fase.
  • Consolidación. La idea de negocio está definida y se ha lanzado el producto o servicio al mercado. Los inversores se sentirán más atraídos porque verán un proyecto más enfocado. En esta fase entran en juego los business angels y los micromecenas de las plataformas de crowdfunding.
  • El negocio tiene necesidad de crecer y adelantarse a sus competidores. En esta fase se habla de las sucesivas rondas de financiación denominadas por las letras del abecedario: A, B, C, D etc. Las entidades que participan en esta ronda suelen ser los fondos de capital riesgo y aportan grandes cantidades de dinero. El mayor obstáculo que tendrán que evitar los socios fundadores es que al hacer ampliaciones de capital para que entren nuevos inversores, su participación en el capital se puede ver diluida y, por lo tanto, podrían perder peso en la toma de decisiones.  
  • Éxito. Es el momento en el que la empresa sale a bolsa. En algunos casos la compañía se fusiona con otra o es adquirida por otra.

 

¿Cómo se valora una startup a la hora de pedir financiación?

La valoración de una startup puede ser útil no solo cuando se quiera vender la compañía, sino también a la hora de solicitar financiación.

 

El precio de una startup no solo viene marcado por los beneficios que genera, sino que se deben valorar otros aspectos como el potencial de la empresa de cara al futuro. Lo anterior se debe a que los inversores querrán recuperar lo invertido en unos años.

 

Dar un valor a la startup es complicado porque se basa, sobre todo, en previsiones, pero se pueden utilizar algunos tipos de valor como:

 

  • Postmoney. Es el valor que tiene la empresa cuando cierra una ronda de financiación.
  • Premoney. Es el valor que se obtiene restando el dinero aportado en la ronda de financiación.
  • Terminal. Es el valor de la startup cuando es vendida.
  • ROI. Es la cantidad que puede recuperar el inversor una vez que la startup sea vendida.

Los inversores suelen considerar diversos factores a la hora de valorar una startup y ofrecer financiación. Algunos de los factores más relevantes son los siguientes:

  • Idea de negocio analizada, estudiada y trabajada.
  • Business plan elaborado con detalle.
  • Empresa que ya tiene clientes o está generando clientes.
  • Modelo de negocio validado en el mercado.
  • Equipo de trabajo.
  • Tamaño del mercado en el que se va a competir.
  • Metas alcanzadas por la startup.

 

Cómo conseguir financiación para cada fase

Lograr que los inversores se fijen en tu proyecto y quieran invertir en él, dependerá de cómo vendas la oportunidad. En este sentido, la piedra angular será el plan de negocio que mostrará una fotografía de la empresa a día de hoy y de cara al futuro.

 

Los tres objetivos básicos de un plan de negocio son:

  • Determinar el modelo de negocio a seguir.
  • Establecer la viabilidad económica de la empresa.
  • Crear una imagen de la empresa frente a terceras personas.

 

Por otro lado, el business plan tendrá un contenido básico que será el siguiente:

  • La explicación del negocio. En qué consiste el producto o servicio, para qué sirve, qué necesidades va a satisfacer.
  • La forma de generar beneficios. Puede que los beneficios deriven de la venta del producto o servicio o de la publicidad, por ejemplo.
  • La composición del equipo. Para todos los inversores es fundamental saber que detrás de una marca hay un equipo de personas y conocer qué aporta cada persona a la empresa.
  • La definición del cliente ideal. Definir el cliente ideal ayuda a enfocar mejor el negocio y todas las estrategias que se realicen. Se deberá saber todo de ese cliente, desde su edad, a dónde vive, qué estudios tiene, qué necesita etc.

 

Además del business plan, para preparar una ronda de financiación deberás saber:

  • Cuánto dinero necesitas conseguir y para qué lo vas a utilizar.
  • El valor de tu startup, es importante que lo tengas claro y puedas defenderlo.
  • Las condiciones para la entrada de nuevos socios. Si no quieres que tus participaciones en la empresa se diluyan debes definir en qué condiciones se va a producir la inversión. Para evitar problemas entre socios fundadores, se suele firmar un pacto de socios que defina este aspecto.

Algunos de los casos más conocidos de éxito en rondas de financiación son los de Jobandtalent que a través de diversas rondas logró 40 millones de euros de financiación. Por su parte la plataforma Easy Payment Gateway levantó una ronda de 6 millones de euros, y, entre las principales inversiones del año pasado, se sitúa Hawkers que recibió 20 millones de euros.  

 

 

Alejandro Betancourt